En salvaguarda de damiselas que no se apresuran, como
pétalos de una rosa ofendidos por el viento, felices de dedicar sus horas a la
poesía sustentada por la botánica, esa delicada ciencia. Como nuestra querida y
nunca suficientemente ponderada Emily Dickinson, que a los 15 ya había
completado su bellísimo herbario, preservando cuidadosamente flores y plantas
de su Amherst natal.
Acuario (del 21.01 al 19.02)
Acuariana del mes: Página 13 del herbario
¿Qué daría por ver su
cara? Daría la vida, naturalmente, pero eso no es bastante. Le daría rosas un
día de Zanzíbar, y bulbos de lilas – como pozos –, abejas – por millas –,
desfiladeros azules, ejércitos de mariposas – atravesándolas –, abigarradas
prímulas en hondonadas. Tiene porciones de prímulas en canteros, narcisos en
herencia, reservas de especias, posesiones amplias como el rocío, bolsas de
doblones, intrépidas abejas traídas de un mar de firmamentos, y púrpura del
Perú ¡Extático contrato! ¡Avarienta gracia! Su reino merece la dicha. (Del poema 247)
Piscis (del 20.02 al 20.03)
Pisciana del mes: Página 14 del herbario
Algunos reverencian el
Sabat yendo a la Iglesia – usted lo reverencia, quedando en casa – con un bobolink por coro – y un huerto, por
cúpula. Algunos reverencian el Sabat con albas – usted usa sus alas – y en vez
de repicar las campanas de la iglesia, nuestro pequeño sacristán canta. El
sermón nunca es demasiado largo, de modo que en vez de ir al cielo, por fin,
está yéndose a lo largo de la vida. (Del
poema 324)
Aries (del 21.03 al 21.04)
Ariana del mes: Página 63 del herbario
En su jardín avanza un
pájaro sobre una rueda con rayos, de música persistente, como un molino
vagabundo. Jamás se demora sobre la rosa madura, prueba sin posarse, elogia al
partir. Cuando probó todos los sabores, su cabriolé mágico va a remolinar en
lontananzas. Entonces usted se acerca a su perro; los dos se preguntan si su
visión fue real o si habrían soñado el jardín y esas curiosidades ¡Pero él, por
ser más lógico, señala a sus torpes ojos las vibrantes flores! Sutil respuesta.
(Del poema 500)
Tauro (del 21.04 al 20.05)
Taurina del mes: Página 59 del herbario
Llegará por fin el
verano. Damas con parasoles, holgazanes con bastones, niñitas con muñecas,
pintarán el pálido paisaje como un ramo multicolor. Las lilas – tantos años
inclinadas – se mecerán con purpúrea pesadez. Las abejas no despreciarán el
zumbido que sus antepasados les transmitieron. La rosa silvestre, sonrojada en
el pantano. El aster, en la colina con su eterna vestimenta. La genciana
extravagante. Hasta que el verano extiende su milagro, como las mujeres
preparan sus vestidos. (Del poema 342)
Géminis (del 21.05 al 21.06)
Geminiana del mes: Página 5 del herbario
Hay un árido placer,
tan diferente de la alegría, como la helada es diferente del rocío, como
elementos son. Más uno regocija las flores, y uno las flores aborrece. La miel
más fina – cuajada – es desdeñada por la abeja… Lo que pueda hacer, lo hará –
aunque sea pequeño como un narciso. Lo que no pueda – tiene que ser desconocido
a la posibilidad. (De los poemas 782 y
361)
Cáncer (del 22.06 al 23.07)
Canceriana del mes: Página 51 del herbario
El pasto tiene poco
que hacer – una esfera de simple verde, con solo mariposas para cavilar, y
abejas para entretener, y estremecerse todo el día con preciosas canciones, la
brisa las busca. Y atesora el sol en su falda, y saluda a todas sus partes. Y
enfila el rocío, toda la noche, como perlas. Y se hace tan fino que una duquesa
sería demasiado vulgar con semejante proclamación. Y aún cuando muere, pasa a
olores tan divinos, como humildes especies, depositadas en el sueño, o nardos
índicos, pereciendo. Y luego, en soberanos galpones moran, y sueñan los días
pasados, el pasto tiene tan poco que hacer. Usted desearía ser heno. (Del poema 333)
Leo (del 24.07 al 23.08)
Leonina del mes: Página 25 del herbario
Un murmullo en los
árboles, para notarlo no suficientemente
fuerte, en el viento. Una estrella, no bastante lejos para buscarla, no
bastante cerca para hallarla. Una larga franja amarilla en el césped, alboroto
de pies – no audible – como los nuestros, para nosotros – más vivaces, más
suaves. Un apresuramiento de hombrecitos hacia sus casas, a casas
desapercibidas. Todo esto – y más – si usted lo dijera, nadie lo creería. Pero
prometió no decirlo a nadie, ¿cómo podría romper su palabra? Así que sigue su
camino. No tema perderse. (Del poema 416)
Virgo (del 24.08 al 23.09)
Virginiana del mes: Página 19 del herbario
Una pradera puede
hacerse con un trébol y una abeja. Un trébol, una abeja y ensueño. El ensueño
basta si son pocas las abejas. Piense que la raíz del viento es de agua; no
sonaría tan hondo si fuera un producto del firmamento. El aire no atesora
océanos, entonaciones mediterráneas. Para cualquier oído, hay una marítima
convicción en la atmósfera. (De los
poemas 1755 y 1302)
Libra (del 24.09 al 22.10)
Libriana del mes: Página 4 del herbario
Dios hizo una genciana
que trató de ser rosa y no pudo. Y todo el verano se rió, a punto de caer las
nieves. Surgió una purpúrea criatura que deslumbró toda la colina. Y el verano
ocultó su frente, y la burla se aquietó. Las heladas fueron su condición, el
tiriano no vendría hasta que el norte lo invoque. ¿Florecerá…? (Del poema 442)
Escorpio (del 23.10 al 22.11)
Escorpiana del mes: Página 11 del herbario
¡Los cielos no pueden
guardar secretos! Lo dicen a las montañas, las montañas lo dicen al vergel, y
el vergel, a los narcisos. Un pájaro,
por azar, cruza este camino. Oye suavemente todo. Si usted sobornara al
pajarito, ¿quién sabe si lo diría? Piensa que usted no. Sin embargo, es mejor
no saber. Si el verano fuera un axioma, ¿qué brujería tendría la nieve? (Del poema 191)
Sagitario (del 23.11 al 21.12)
Sagitariana del mes: Página 38 del herbario
Como los niños dicen
al huésped buenas noches, y luego desganados se van – sus flores alzan sus
bonitos labios, se ponen los camisones. Como los niños brincan al despertar,
alegres porque es la mañana – sus flores desde mil camitas, atisbarán, y
saltarán de nuevo. (Del poema 133)
Capricornio (del 22.12 al 20.01)
Capricorniana del mes: Página 67 del herbario
Barcos de púrpura
suavemente retozan en mares de narcisos, fantásticos marineros se entreveran,
¡y luego, el muelle queda tranquilo! Esta es la tierra que lava el sol, éstos
son los bancos de mar amarillo – donde es rosa, o donde se precipita –, ¡éstos
son los misterios del oeste! Noche tras noche, su purpúreo tráfico siembra la
tierra de fardos de ópalo. Barcos mercantes se mecen en horizontes, ¡se sumergen
y desaparecen como oropéndolas! (De los
poemas 265 y 266)
Algunas de las líneas de este horóscopo se inspiran en la traducción
realizada por Silvina Ocampo.